¡Así es cómo podemos ayudarte a Tree Pinus!
Actualmente estamos viviendo en entornos menos naturalizados y industrializados. Estos contextos industrializados pueden acarrear problemas de salud a las personas, tanto físicas como mentales. Hay estudios que demuestran que la renaturalización de los espacios puede combatirlos. Ahora más que nunca es de vital importancia poder crear/conservar espacios en los que el verde urbano sea el protagonista. Desde Tree Pinus gestionamos espacios verdes, tanto públicos como privados, para conservar y potenciar estos espacios de renaturalización que son tan necesarios hoy en día.

Los árboles y espacios verdes proporcionan muchos beneficios, tales como reducir la temperatura ambiental durante el proceso de transpiración de las hojas, que a través de los estomas expulsa partículas de agua, además de "secuestrar" y transforma el CO2 (Dióxido de Carbono) con O2 (Oxígeno) a través del proceso fotosintético. Los árboles aportan sombra, purifican el aire, reverberación del ruido, etc.
La gestión del arbolado urbano es nuestra especialidad. Nuestra empresa vela por la gestión del arbolado desde una óptica transversal, donde la opinión de las personas es tan importante como el bienestar del arbolado para maximizar los beneficios que éstos nos pueden aportar. Dentro de la gestión del arbolado urbano forman parte una serie de tareas en las que nuestros profesionales están en continua formación para dar las mejores soluciones a las necesidades de nuestros clientes. La buena gestión del arbolado se convierte en una serie de tareas que no se centran únicamente en la poda, la poda es un medio pero no es el objetivo. La buena gestión del arbolado debería llevar implícita la realización de diferentes tareas, para que la poda del arbolado se realice de forma consciente y respetuosa, tanto por el bienestar del arbolado como por el bienestar de nuestros clientes.

¿Por qué es necesaria la figura del arborista?
La arboricultura es una ciencia que nace de la necesidad de poner en valor en el árbol por sí mismo. Es el arte de potenciar la simbiosis entre el árbol y la sociedad. En el árbol, en muchas ocasiones, se le explota por extraer un beneficio o se le criminaliza por su tamaño y esto ha comportado que se apliquen medidas que acaban mutilando en el árbol.
El trabajo del arborista es poner en valor los beneficios del árbol, realizando las operaciones adecuadas para mantener y conservar un patrimonio de calidad. La figura del arborista vela por el cumplimiento de las buenas prácticas que la ciencia, a través de diferentes estudios, nos guía a la hora de gestionar el arbolado urbano. Existen una serie de razones culturales e históricas que nos han explicado que los árboles necesitan de la intervención humana para que puedan desarrollarse correctamente. Esta afirmación, a día de hoy, es errónea.
Los árboles se han desarrollado y adaptado al medio durante millones de años sin necesidad de que el ser humano interviniera, de hecho, existen los árboles antes que las personas. Cabe mencionar que esta tradición cultural e histórica ve el árbol como un producto que puede explotar por la obtención de materias primas. En estos casos, sí que es necesaria la poda del arbolado para potenciar aquellas estructuras arbóreas que nos proporcionen materias primas, tales como la obtención de madera, papel, alimentos e incluso medicinas.
El problema recae cuando vemos el árbol como un producto y no como un organismo vivo que tiene la capacidad de adaptarse al medio. Entonces está aquí cuando debemos hacernos la pregunta de cuando el árbol necesita ser podado?
Como se ha mencionado más arriba el árbol lleva millones de años adaptándose al medio sin la intervención humana, pero el árbol se ha adaptado a su medio, al medio forestal. El problema ocurre cuando exportamos el árbol de su medio natural a un medio urbano. En el medio urbano existen una serie de infraestructuras que son esenciales y necesarias para el correcto desarrollo de una sociedad. El problema recae cuando la arquitectura del árbol interfiere en alguno de estos elementos.

Así pues sólo hay tres razones por las que el árbol debe ser podado:
- Conflictividad con el entorno
El espacio en las zonas urbanas es escaso y el árbol tiene la capacidad de cambiar de volumen a lo largo del tiempo. Este crecimiento y la poca disponibilidad de espacio puede propiciar un conflicto con el entorno.
Saber cómo y dónde debe podarse puede controlar este conflicto. Pero cuando no se tiene los conocimientos para llevar a cabo esta tarea puede convertirse en todo lo contrario y aumentar la conflictividad. En estos casos que sale perdiendo es el ciudadano y el árbol. El árbol por que no se puede desarrollar y por tanto, no puede ofrecer al ciudadano los beneficios que se espera de estos ejemplares. Además que una poda periódica en árboles mutilados comporta un aumento de costes, tanto económicos como ecosistémicos.
- Poda de seguridad
Al ser el medio urbano un espacio con mucha densidad de personas la gestión del riesgo en el arbolado urbano y espacios verdes es esencial. Pero esta gestión debe llevarse a cabo por Arboristas calificados, ya que una mala praxis puede convertirse en más inseguridad en un futuro. La poda de seguridad es necesaria pero debe realizarse con conocimientos técnicos para que la actuación se convierta en un éxito.
- Anomalías en estructuras del árbol.
El árbol no siempre ha estado tratando correctamente, es decir, se le han realizado podas drásticas. Al realizar una poda drástica el árbol reacciona para volver a tener esa masa foliar que se le ha extraído, a fin de conseguir su objetivo, que se potenciar el crecimiento de ramas nuevas. Esta reacción se convierte en una respuesta de emergencia ya consecuencia de una serie de ramas que crecen de forma anárquica sin responder a la arquitectura propia del árbol. Este hecho puede convertirse en anomalías estructurales que en un futuro pueden comportar un riesgo por la seguridad, tanto de las personas como de las infraestructuras.
Desde Tree Pinus tenemos los conocimientos y la voluntad de poder transmitir los valores que devienen de la arboricultura para fomentar y potenciar un patrimonio arbóreo y espacios verdes de calidad.